«No pude seguir siendo analfabeto. Mi tío Raúl no me dejó». Quien ha escuchado un concierto de Pedro Luis Ferrer sabe que llena de poesía y de humor los espacios que quedan entre canción y canción, y que con maestría nos arrastra de la emoción a la carcajada. Así ocurre en este primer libro de poesía publicada de un autor incontenible escribe a diario que también reescribe y hace «pasar por el taller» inmisericorde todo aquello que brotó de su imaginación. Una escritura que nace de la casa familiar y de la escucha, desde niño, de versos, conversaciones y canciones en su familia de poetas, políticos y músicos. Todo lo aprendido, decantado por el trabajo y la pasión por el lenguaje, y por la música que permea de ritmo las estrofas de la tradición poética cubana. Y siempre con el humor presente. Quienes tararean su obra musical encontrarán aquí algunos poemas que conocen como canciones; otros que han escuchado recitar magistralmente por la voz del autor en sus conciertos; algunos se pueden leer en su web y en su blog, pero la mayoría son inéditos.